La pardela balear (Baldriga balear o Virot petit, Puffinus mauretanicus) es una poco conocida ave marina de la familia de los petreles, endémica de las Islas Baleares y gravemente amenazada de extinción. Se estima que hay alrededor de 3.000 parejas reproductoras, pero su tasa anual de disminución es muy alarmante y, de continuar a este ritmo, podría extinguirse en los próximos 40 a 60 años. Es por ello que en su Lista Roja la IUCN (International Union for Conservation of Nature) le otorga la categoría de “En peligro crítico”, la más elevada, por encima de especies tan emblemáticas y mediáticas como el lince ibérico, el águila imperial ibérica, el quebrantahuesos o el oso pardo. Es la única ave de Europa clasificada en esta categoría extrema.
Sus principales amenazas son la captura accidental por artes de pesca (50% de su mortalidad) y la depredación por especies introducidas por el ser humano en las islas e islotes, como gatos, ratas o serpientes. También se ve afectada por la contaminación marina, el cambio climático, la destrucción de su hábitat por la urbanización de la costa, y la contaminación lumínica que desorienta a los jóvenes volanderos cuando abandonan sus nidos.
Durante tres años he trabajado con los científicos de IRBI (Iniciativa de Recerca de la Biodiversitat de les Illes) y SEO/BirdLife que estudian esta especie, en un proyecto de fotografía de conservación donde he plasmado en imágenes los trabajos que los científicos realizan para conocerla y protegerla mejor. La finalidad de este trabajo es difundir su preocupante situación, concienciando al público y a las administraciones implicadas.