Situadas en el Atlántico Norte, entre Noruega, Escocia e Islandia en los 62º norte, el remoto archipiélago de las islas Feroe está formado por dieciocho islas de origen volcánico, de relieve abrupto y sin bosques, cuyo paisaje está dominado por prados verdes y grandiosos acantilados marinos. Esos imponentes paredones sirven de lugar de cría para decenas de miles de aves marinas, como el frailecillo, el alcatraz, el fulmar, el cormorán, el alca, el arao o la gaviota tridáctila, entre otros. En tierra crían el charrán ártico, el ostrero, los págalos y diversas especies de limícolas. La flora es básicamente boreal y con zonas de matorral de brezo.